LOS ERRORES Y FALACIAS


4 jul 2013


Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y
Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
17 de junio de 2013

Soluciones alternativas
Las soluciones para el futuro de las pensiones pasan por
centrarse no tanto en la transición demográfica, sino en aumentar la
riqueza del país y su redistribución, mediante medidas
macroeconómicas, laborales y sociales (encaminadas a facilitar una
sociedad de alta productividad) y medidas fiscales (orientadas a una
redistribución muy marcada de la riqueza que se habrá creado con
este aumento de la productividad y que vaya en sentido opuesto al
que ha estado yendo en estos últimos treinta años, es decir,
redistribuyendo desde el mundo del capital (y muy en especial del
capital financiero) hacia el mundo del trabajo.
 En aquellos países que se quiera mantener el sistema de
reparto para financiar las pensiones, es fundamental que aumente el 14
número de trabajadores (en España hay una enorme cantera de
mujeres y jóvenes que quieren trabajar), impedir los salarios bajos y
la precariedad, aumentar la progresividad en la financiación de la
Seguridad Social y del Estado (España tiene uno de los Estados de la
UE-15 con menores ingresos, con menor gasto público social y menos
redistributivos) y aumentar la fuerza de los sindicatos, puesto que la
distribución de la riqueza creada, resultado del incremento de la
productividad, depende no solo del nivel de la productividad, sino
también del poder del mundo del trabajo. Hoy el capital es el grupo
de presión más poderoso que se ha beneficiado más de este aumento
de la productividad. Debería revertirse esta situación y que fuera el
mundo del trabajo el que forzara la redistribución de la renta nacional
a su favor y, en consecuencia, de la Seguridad y de la protección
social.
Hoy el capital y su ideología, el neoliberalismo, es hegemónico
en el pensamiento económico del país, hegemonía que explica que
incluso amplios sectores de las izquierdas gobernantes la hayan
aceptado. Esta hegemonía es reproducida en los mayores medios de
información y persuasión (ver mi artículo “¿Es España una
democracia? El caso de las pensiones”, Público 12.06.13). Hoy, los
sindicatos son el último baluarte que resiste a esta enorme avalancha
neoliberal. Aplaudo al único miembro del Comité que votó en contra
del ICE, denunciando una farsa de la que no quiso ser parte. Y 15
lamento y denuncio al economista sindicalista de CCOO que dio
legitimidad a dicho informe. Su aplicación significa un ataque frontal
al sistema de pensiones público. Y sus autores son plenamente
conscientes de ello, pues así lo plasman, aunque intenten disimularlo,
en su informe.

En este enlace se puede consultar el informe entero.
http://www.fsc.ccoo.es/comunes/recursos/99922/doc157619_Los_errores_y_falacias_del_llamado_Comite_de_Expertos_sobre_las_pensiones_publicas.pdf


Imprimir artículo